Mariano Ben Plotkin é doutor pela Universidade da Califórnia e professor de história na Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina).
¿Cómo comienza su dia? ¿Tiene algún tipo de rutina matinal?
Mis días suelen comenzar insanamente temprano. Digamos que suelo despertarme entre las 5.30 y las 6.00. Eso se debe a dos motivos: uno práctico y otro estético. El práctico es que tres veces por semana voy al gimnasio a las 7 de la mañana y, aunque queda muy cerca de mi casa, me gusta tomarme mi tiempo para desayunar. El motivo estético se vincula al hecho de que me gusta levantarme, en lo posible, antes de que amanezca. Disfruto cuando el sol se levanta de a poco mientras yo desayuno y leo el (los) diario(s). Por supuesto en invierno, cuando los días son más cortos, eso me permite dormir un rato más. También me levanto temprano por un tercer motivo. Mis neuronas suelen apagarse relativamente temprano (a eso de las 17 su actividad comienza a declinar rápidamente, y a partir de las 18.30 me declaro inútil completo para todo lo que no sea leer novelas o mirar películas). O sea, que concentro todo lo que puedo de mi actividad intelectual (y física) a la mañana y temprano a la tarde.
¿En qué hora del día usted trabaja mejor? ¿Tiene algún tipo de ritual de preparación para escribir?
Como señalé ut supra, trabajo mucho mejor de mañana y mi día útil es relativamente corto. Jamás pude hacer nada minimamente útil (más allá del gozo, lo que, ahora que lo pienso, no es poca cosa) luego de la caída del sol. O sea, mi vida, en lo posible, se desarrolla “de sol a sol”. No tengo rituales para preparar la escritura. Me cuesta mucho comenzar, pero cuando empiezo sigo. Lo que sí es cierto es que pierdo muchísimo tempo cuando escribo. En realidad, pensándolo bien, no pierdo el tiempo sino que las “actividades paralelas” son también parte de la escritura. ¿Cuáles son las “actividades paralelas” a las que me refiero? Hay infinidade de ellas, desde volver a leer los diários por internet, hasta comer (sufro de ansiedad oral cuando escribo y por eso me volví adicto a los frutos secos: engordan pero hacen bien; los bizcochos engordan y hacen mal), pasando por mirar páginas web absolutamente irrelevantes para mi trabajo. Por eso, para ponerme a escribir tengo que saber que cuento con un tiempo relativamente largo (3 o 4 horas como mínimo). Pero así funciono, en la medida en que funciono. Si alguien me mirara creería que de essas 3 o 4 horas, el tiempo efectivo de escritura se reduce a una hora, pero el resto también es escritura.
¿Con que frecuencia escribe? ¿Escribe un poco cada día o en periodos concentrados? ¿Tiene una meta diaria?
No tengo metas diarias. Cuando comienzo a escribir algo, pienso el tema en general, y después escribo lo que me viene a la cabeza durante cuatro o cinco días (digamos que sigo el método freudiano de las “asociaciones libres”). Como a pesar de las “perdidas de tiempo” que mencioné arriba (y que de hecho no son tales), soy bastante rápido, en cuatro o cinco días puedo llegar a escribir 20 o 25 páginas. Mientras estoy en ese proceso nunca me detengo a mirar lo que escribí, sigo adelante, sin preocuparme por el estilo ni por nada. Al cabo de 4 o 5 días me detengo y ahí sí comienzo a revisar cuidadosamente. Por lo general, desecho un 40 o 50% de lo producido, y con lo que queda comienzo a construir el texto. A partir de ese momento voy leyendo cuidadosamente cada cosa que escribo y corrijo mucho. El objetivo de esos primeros días consiste en evitar, dentro de lo posible, el “síndrome de la hoja (pantalla) en blanco”. Cuando empiezo a “escribir en serio” corrigiendo, ya tengo muchas páginas, y de eso algo siempre se rescata, a veces mucho más de lo que tenía previsto.
¿Cómo es su proceso de escritura? Después de recopilar notas suficientes ¿le resulta difícil comenzar? ¿Cómo pasa de la investigación a la escritura?
Supongo que hago más o menos como todos: empiezo juntando mucho material (a veces mucho más de lo necesario). Después le dedico vários días a leer todo lo que tengo y comienzo con el proceso descripto más arriba. Mientras estoy en los primeros días de “asociaciones libres”, no consulto notas ni fichas, más allá de lo indispensable; cuando empiezo con la segunda etapa, ahí sí, vuelvo a cada momento a las notas, fichas, referencias, etc. Una vez que tengo un texto aceptablemente terminado, comienzo a rellenar los huecos que me fueron quedando en la escritura, hasta que estoy satisfecho (digamos más bien, razonablemente satisfecho); y ahí todavía le doy una o dos vueltas de revisiones más. En algún momento decido que ya está listo porque si sigo buscando, sigo encontrando errores y revisiones para hacer.
¿Cómo lidia con los obstáculos de la escritura, como la postergación constante, temor de no corresponder las expectativas y la ansiedad de trabajar en proyectos largos?
Trato de ignorar todo eso. Antes iba a un psicoanalista, ahora no voy más porque me aburre y porque ya no creo en ellos, así que me arreglo solo con mis angustias.
¿Cuantas veces revisa sus textos antes de que sienta que están listos? ¿Los comparte con otras personas antes de publicar?
Reviso los textos muchísimas veces (en esa parte de mi trabajo se pone de manifiesto mi neurosis obsesiva). Me gustaría mucho poder darle a leer los textos a mucha gente, pero por lo general cuento con una sola persona que siempre me lée y hace comentarios utilísimos (es más neurótica y obsesiva que yo): mi ex esposa y hoy queridísima amiga. Es difícil encontrar gente con tiempo y ganas de leer producciones ajenas.
¿Cómo se relaciona con la tecnología? ¿Escribe sus borradores a mano o en el computador?
Antes escribía a mano, pero desde hace mucho tiempo escribo directamente en la computadora, lo cual es bueno porque permite corregir sobre la marcha. De todas maneras, sacando esto, mi relación con la tecnología es pésima.
¿De dónde vienen sus ideas? ¿Tiene algunos hábitos que le permiten mantener la creatividad?
Para empezar habría que definir que se entiende por ser “creativo”. En el mundo académico (y esto se aplica también a buena parte de la literatura) somos todos plagiadores más o menos elegantes. Lo que me siento en condiciones de aportar es bastante limitado y proviene de lecturas previas, pero también de sensaciones, experiencias vividas, en fin, de la vida misma.
¿Qué podrías decir que ha cambiado en su proceso de escrita en los últimos años? ¿Qué le dirías a ti mismo si pudieras volver a escribir tu tesis?
En términos generales no creo que haya cambiado demasiado mi hábito de escritura, más allá de la incorporación de la computadora (la primera que tuve en mi vida la compré mientras escribía mi tesis). Si tuviera que escribir mi tesis de nuevo, la reescribiría por completo, no tanto porque no esté de acuerdo con el contenido, que creo que todavía representa razonablemente bien mi pensamento y mis puntos de vista, a pesar de los años transcurridos, sino porque en el médio viví un cuarto de siglo más, con todo lo que eso tiene de acumulación de experiencias vitales, éxitos, fracasos, etc. Todo eso va a mi escritura.
¿Existe algún proyecto que te gustaría realizar pero que no has podido comenzar? ¿Qué libro te gustaría leer que aún no existe?
Estoy pensando en comenzar pronto un libro que articule investigación y ficción. Investigación, porque estará basado en hechos reales (el tema del libro tiene que ver con la vida de una escritora chilena), pero ficción porque estará contado en primera persona, no por la escritora, sino por un personaje que se parecerá bastante a mí. Todavía no lo tengo del todo pensado, pero algunas ideas tengo al respecto. ¿Qué libro me gustaría leer que no haya sido escrito? Precisamente ese, así que para leerlo no me queda más remedio que escribirlo primero…